Las primeras referencias escritas que existen de la participación de la Escolta de Caballería en el Alarde de Hondarribia se remontan al año 1881, y desde entonces han participado en él ininterrumpidamente. En un principio los componentes traían sus caballos de casa o los conseguían por su cuenta, pero más adelante empezaron a conseguirse conjuntamente. En la actualidad se traen de hípicas privadas.

En algunas fotos de finales del siglo XIX se ve a los componentes desfilando con una chaqueta de color blanco. El uniforme actual se instauró más o menos durante los años 30.

Actualmente la Escolta está compuesta por 22 miembros además de la Cantinera.

El primer guión o banderín de la compañía data de mediados de los años 60, fue realizado por las monjas de Betherram y se utilizó por primera vez en el año 1967 o 1968, hasta entonces no se llevaba. El actual es una réplica de este realizada el año 1995, debido a que el anterior estaba ya bastante deteriorado. En él aparecen representadas la Cruz de San Andrés y el Escudo de Hondarribia.

La elección de cantinera es siempre el primer sábado de julio, exceptuando si cae en día 1. Se hace así para darle el máximo de tiempo posible para aprender o perfeccionar la monta. Cada año, cinco miembros de la comisión rotan para elegirla y son los encargados de comunicarle la noticia. Para ser Cantinera serán condiciones indispensables ser soltera, y ser natural de Hondarribia o residir en la ciudad un mínimo de diez años. La edad será como mínimo de veinte años cumplidos el día del Alarde.

Cada día 8 de septiembre forman alrededor de las 6:15-6:30 y van a las cuadras para recoger a sus monturas. Después, todos juntos se dirigen a casa de la cantinera y de ahí a la concentración de Gernikako Arbola. Durante los actos en la Plaza de Armas, esta unidad no se mueve de su lugar frente al castillo independientemente del tiempo que haga. Después suben a Guadalupe a caballo, todos excepto la Cantinera, para evitar posibles caídas.

Después, tras bajar de Guadalupe y antes del Alarde de la tarde, deben trasladarse hasta donde están los caballos y llevarlos hasta Saindua. Y tras bajar el zapatero, van a caballo hasta Jostaldi, donde los dejan para que vuelvan a la hípica, y después se van a celebrarlo con la cantinera y su familia.