Carta abierta a la ciudadanía
Nos dirigimos al pueblo de Hondarribia debido a la máxima preocupación y enfado que nos genera el decreto de alcaldía del que hemos tenido conocimiento y que ordena los horarios y recorridos del próximo 8 de septiembre.
Se apela continuamente al diálogo y a la palabra como medio para lograr el entendimiento y en ello llevamos trabajando todo el año. Tras múltiples conversaciones con el Alcalde en las que se nos ha reconocido como actores legítimos, pensábamos haber llegado a ciertos espacios de confianza mutua.
El pasado 9 de agosto se nos presentó una propuesta que difería en diversos puntos de lo solicitado en enero por Hondarribiko Alardea. Aún y no estando de acuerdo con estas modificaciones aceptamos de manera verbal y confiando en la integridad de la palabra del Sr. Alcalde, ya que éstas no afectaban notablemente al discurrir del Alarde.
Pues bien, la redacción del decreto de alcaldía no solo es capciosa y malintencionada sino que no respeta lo pactado. De manera unilateral, además de faltar a los compromisos adquiridos.
Sin restar importancia al hecho en sí, no podemos dejar de expresar nuestro enfado por la falta de palabra del Alcalde y no vamos a tolerar que se nos impongan decisiones pactadas con otros, ni se nos utilice para otros fines ajenos al Alarde.
Exigimos al Alcalde una declaración pública que reconozca los acuerdos y los límites alcanzados en las reuniones del 9 y 16 de agosto y le avanzamos que tomaremos todas las medidas legales y sociales que se encuentran a nuestro alcance.
¿Tanto pedir diálogo para finalmente imponer su criterio? Se nos ha pedido extender la mano para finalmente traicionarnos.
Nosotros sí tenemos palabra y nos comprometemos a seguir trabajando para volver a lograr un día 8 en paz.